Ofrecer un programa doctoral en investigación e intervención en educación para formar investigadores y profesionales, con enfoque regional, comprometidos con la investigación, la práctica docente y la realización de aportes significativos al conocimiento y con la solución de problemas nacionales.
Ofrecer a los egresados de maestría, principalmente en la región centro-sur del país, la posibilidad de continuar con su formación en un programa de doctorado en investigación e intervención en educación, avalado por instituciones públicas de prestigio y fortaleza académica reconocida.El significante prácticas institucionales convoca múltiples definiciones que se construyen a partir de distintas formas de articulación entre dimensiones de orden social, político, económico histórico y cultural; por lo que su comprensión no puede acotarse a la práctica misma, es necesario colocarla en la red de significados sociales.
La comprensión de las prácticas institucionales, se hace posible a partir de la identificación y análisis de mitos, ritos, creencias que determinan las relaciones entre los sujetos y configuran los vínculos que se establecen entre ellos y con la institución, de tal suerte que se construye un sistema cultural que ofrece significaciones y está pautado por normas escritas o no escritas, en cuyo seno se advierten relaciones de dominación que se traducen en formas específicas de organización y una concreción singularizada de las prácticas educativas.
Las prácticas que en términos de Certeau (1997) remiten a las “formas de hacer”, son lugares de privilegio para ver cómo se manifiesta la cultura, el pensamiento, la acción social, entre otros aspectos que nos interesa discutir y analizar.
De las prácticas institucionales derivan cuestiones problemáticas relativas a la dialéctica micro-macro e instituido-instituyente. A esa dialéctica se liga el establecimiento de vínculos institucionales, la configuración de la cultura e identidad institucional, la novela institucional, entre otras. Su análisis implica comprender cómo las prácticas sociales se articulan como eje de conocimiento para indagar sobre la experiencia y su reconstrucción, conforme la complejidad y multirreferencialidad de factores intra, inter y trans subjetivos, de sujetos individuales, grupos, instituciones y época en que acaecen dichas prácticas institucionales. En este sentido, se asume que lo institucional, más que constituir un elemento de determinación, es un ángulo de construcción y también un ángulo de análisis.
De ahí que, la sublínea aborda las prácticas institucionales en su sentido multirreferencial (histórico, político, social, económico, cultural e individual) y permite el acercamiento a aspectos como la identidad, la historia, lo curricular, las trayectorias de los sujetos entre otros.
El estudio de la identidad es imprescindible para la comprensión y análisis de la vida social, los sentidos circundantes en las interacciones sociales están mediados por las referencias identitarias que los sujetos poseen, por otra parte la identidad mantiene una estrecha relación con la cultura al entenderla como el entramado de significación que los grupos humanos comparten.
El estudio, análisis e interpretación de los componentes de la identidad o identificaciones que se gestan en los procesos de vida de los sujetos , es un campo con amplias posibilidades de trabajo, pues en estos procesos se involucra la complejidad de la vida social y la movilidad constante en los planos personal y colectivo en que se desarrollan.
Se puede entender a la identidad como un proceso social mediante el que cada sujeto se constituye; en este proceso intervienen múltiples identificaciones tomadas de otros (sujetos o proyectos) a los que se asume como modelos ideales a seguir.
En el ámbito educativo es importante el estudio de las identidades para comprender cómo los sujetos se constituyen en su devenir en las distintas instituciones que les proveen de sentidos. Al comprender estos procesos se posibilita así mismo comprender cómo estos sujetos dan movilidad institucional al alinear sentidos complementarios, contrarios, compartidos, entre otras posibilidades.
Los proyectos de investigación o intervención que pretendan desmontar los mecanismos en que se desenvuelven estos procesos serán incorporados a esta sub línea de trabajo.
Entre éstos se entiende a quienes pretenden el reconocimiento de identidad de profesores, de directivos, de estudiantes, de instituciones en las diversas posibilidades analíticas, metodológicas, epistémicas. Sin embargo se privilegian las propuestas que apuestan con una construcción de identidades en la que se incorpore al sujeto de estudio en su dimensión social, es decir en el reconocimiento de los procesos culturales y sociales que dan cuerpo y contenido a la estructura constituida, es decir no se apuesta por la mirada de una identidad sustancialista ni estática.
Luis F. Aguilar (2009: 14) nos dice que “Una política pública es: a) un conjunto (secuencia, sistema, ciclo) de acciones, estructuradas en modo intencional y causal, que se orientan a realizar objetivos considerados de valor para la sociedad o a resolver problemas cuya solución es considerada de interés o beneficio público; b) acciones cuya intencionalidad y causalidad han sido definidas por la interlocución que ha tenido lugar entre el gobierno y los sectores de la ciudadanía; c) acciones que han sido decididas por autoridades públicas legítimas; d) acciones que son ejecutadas por actores gubernamentales o por éstos en asociación con actores sociales (económicos, civiles), y e) que dan origen o forman un patrón de comportamiento del gobierno y la sociedad.”
La gestión trata de la acción humana, por ello, la definición que se dé de la gestión está siempre sustentada en una teoría - explícita o implícita - de la acción humana. Hay distintas maneras de concebir la gestión según sea el objeto del cual se ocupa y los procesos involucrados. En este marco, según sea el énfasis del objeto o proceso contemplado, se obtienen definiciones las que, por una parte, ponen de relieve el hecho de que la gestión tiene que ver con los componentes de una organización en cuanto a sus arreglos institucionales, la articulación de recursos, los objetivos. Por otra parte, se obtienen otras definiciones cuyo énfasis está centrado en la interacción entre personas.
El campo de política y gestión educativa constituye un eje cada vez más importante de la gestión y el desarrollo de los sistemas educativos, así como del mejoramiento de la calidad de la educación y, por esto, forma parte de manera creciente de las preocupaciones, las perspectivas y las realidades de los sistemas educativos nacionales, así como de la agenda de los organismos de cooperación para el desarrollo, ya sean bilaterales o multilaterales. Considera el estudio del conjunto de procesos para dirigir la acción educativa que desarrollan los actores involucrados en las acciones pedagógicas, personales, políticas y administrativas que producen la dinámica escolar. Pone énfasis en lo pedagógico, para el logro del aprendizaje de los estudiantes y reconoce a la gestión educativa como el proceso que tiene implícita la visión de la escuela como una organización inteligente, abierta al aprendizaje de todos sus integrantes y con capacidad de innovación que crece y logra propósitos de la necesidad de cambio.
En el mismo sentido se enfatiza de manera especial en el diseño e implementación de políticas educativas y modelos de gestión. Desde los propósitos planteados hasta las estrategias y su operatividad, así como de los resultados obtenidos. Se contempla la revisión, análisis y articulación tanto de lo internacional como lo nacional y local. Por ser una dimensión que se expresa desde lo social se consideran categorías teóricas de análisis como agenda política, política educativa, asuntos socialmente problematizados (cuestiones), globalización, corporativismo, modernidad, postmodernidad, modernización y racionalidad.
El campo de la política y gestión educativa, entonces se reconoce en su complejidad. Es complejo porque remite a la necesidad de diferenciar distintos niveles y dimensiones que permiten analizarlo, complejo además, porque se asienta en una idea en la que se encuentran imbricados la cultura de política educativa y la gestión; imbricación que a su vez implica una aproximación a la práctica educativa como totalidad vivida por sujetos, circunstanciada por sujetos y que se manifiesta a través de la subjetividad. Es decir, la práctica educativa se hace visible en incontables secuencias de discurso, de comportamiento, de formas de organización que ponen de relieve el pensamiento y la acción humana que se tornan específicos en tiempos y espacios concretos.
La formación alude a procesos escolarizados y actividades de distinta naturaleza vividas en ámbitos diversos. Comprende distintos espacios institucionales y agencias sociales a los que concurre el sujeto, donde encuentra medios (personales, instrumentales, materiales y técnicos) para el desarrollo de actividades específicas, que tocan dimensiones en el plano personal, profesional e inclusive al plano laboral.
Se afirma que los estudios realizados sobre formación aluden a procesos, dado que en ellos se inscriben las experiencias de los sujetos y la multiplicidad de formas de conocimientos y de incidencia en la realidad, lo cual ha generado al interior de este ámbito de estudio, profundas disertaciones sobre el sentido de la formación a nivel conceptual y el sentido de la formación a nivel de los procesos de configuración de los sujetos y de las prácticas.
En cuanto lo conceptual puede reconocerse una producción que favorece la emergencia de propuestas analíticas que giran sustancialmente en torno a la relación teoría práctica, de lo cual se desprenden formas de esclarecimiento en torno a la relación que existe entre la naturaleza de estos procesos y la realidad social.
En los procesos de configuración de sujetos y prácticas, por un lado los estudios realizados han logrado poner de relieve la importancia de las condiciones sociales, a través del estudio del impacto de las políticas de formación en diferentes momentos históricos y espacios sociales; por otro hay esfuerzos notables por desentrañar los elementos que los sujetos movilizan en la edificación, reproducción y defensa de un sistema referencial construido a partir de una diversidad de formas de simbolización que resguardan formas arraigadas de subjetivación en las que es posible identificar imágenes, representaciones, mitos, identificaciones, que los sujetos movilizan e inscriben en sus modos de actuación, en este caso en sus práctica docente.
Metodológicamente este tipo de procesos puede abordarse cuando el investigador interroga las situaciones en se generan las experiencias de un sujeto y lo que el sujeto es capaz de hacer con esas experiencias, en ese sentido pueden citarse formas de investigación centrados en la provocación de la memoria, en la auscultación del olvido, estos móviles propician la descripción de prácticas en situación, en voz de los mismos sujetos, en ellas se revelan los sentidos presentes en sus experiencias significativas, identificadas a lo largo de su trayecto vital.